El viaje
Había salidodel pueblo a las cuatro de la madrugada. Llevaba la camioneta repleta decochinillos faenados para vender en los restaurantes de Puerto Madero y zonanorte. Debía apurarse, la ciudad sería un horno al mediodía, no habría dóndeestacionar y cada restaurante tenía su horario de proveedores.
Aún era denoche y, como siempre, estaba sin dormir y preocupado. Revisó la... Continuar leyendo