primer premio concurso ALAM 2009
Despertar en compañía
Unova por la calle silbando bajito esa tonada pegadiza que escuchó en laradio al despertarse cuando el sol aún se mantenía oculto. Es untarareo que se mezcla con la espuma del dentífrico al lavarnos losdientes, nos acompaña entre sorbo y sorbo de café y se interrumpe conlos mordiscos de la tostada para continuar después su monótona melodía.Involuntariamente se nos escapa de la boca y precede nuestros pasos porla ciudad en sombras.
Sisubimos apenas el tono, el silbido se cuelga de los árboles de laplaza, se detiene ante el semáforo en rojo haciendo malabares y se va,detrás de la muchacha que nos cruza la mirada, para regresar otra vez anuestros labios.
Ensu andar despreocupado va flotando entre la gente madrugadora en buscade una oreja hospitalaria donde cobijarse. Seguimos con él a cuestashecho apenas un susurro latente si los colectivos hacen rugir susmotores pero sale al aire nuevamente y baila un valsecito al compás delpregón del vendedor de diarios.
Aburridos, queremos deshacernos de eseronroneo fastidioso pero nos es imposible. Solo, trepa balcones asaludar margaritas y rezonga ante el ruido de persianas que selevantan. Desciende, luego, a desafiar el trajín de una ciudad yadespierta.
Vasorteando edificios y negocios. Si nos detenemos en el kiosco espera aque compremos cigarrillos mientras se cuela entre chicles y caramelos.Viaja escondido en el humo del tabaco y sus notas se entrecortan concada pitada. Nos envuelve y nos hace sus esclavos.
Depronto, somos un enjambre de musiquitas deambulando caprichosas por lascalles. En ese espacio ahora lleno de ruidos ensordecedores, la orejade uno escucha, casi inaudible al principio, la misma tonadita silbadapor otra boca. Comprende que la suya deja de ser entonces un simplesilbidito repetido sin ton ni son.
Lossilbidos se encuentran al unísono, se reconocen, se convierten en unconcierto de melodías y nos abandonan para irse sin avisarnos siquiera.
Eso sí, hasta la mañana siguiente nos quedamos irremediablemente mudos.